Al terminar la carrera sprint en Bakú, en el parque cerrado, Max Verstappen miraba de reojo el tremendo boquete en el lateral de su Red Bull tras el toque con George Russell en la salida. El neerlandés, que a pesar de todo ha conseguido acabar en tercero en el podio por delante del piloto británico de Mercedes, se ha ido directo a buscar a su rival y le ha reprendido sin disimulo delante de las cámaras, para dejarle claro que no estaba de acuerdo con su arriesgada maniobra y menos aún en la primera vuelta.
"No he clarificado el tema con George", ha comentado después a los periodistas. "No entiendo por qué tienes que arriesgar tanto en la primera vuelta. Ha subvirado contra mi coche, todos estamos con los neumáticos fríos y en estas condiciones es fácil bloquear. Es fácil explicar con la cámara onboard, diciendo que ha bloqueado, pero no tiene sentido para mí", ha comentado Verstappen, muy enfadado.
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Max ha revelado que "no hay daños en el coche después de haber golpeado contra el muro, pero sí por el toque de la segunda curva (con Russell). Hay un agujero en el pontón, no tiene buena pinta, pero es lo que es y nos centraremos en la carrera de mañana. Aún así, hemos acabado terceros, que son buenos puntos para el campeonato", ha zanjado el líder del Mundial.