El francés Stéphane Peterhansel, que este sábado ganó su decimotercer Dakar, el séptimo en coches, ha subrayado que su duelo con su compatriota y compañero de equipo Sébastien Loeb fue "de alta tensión y a una gran velocidad".
"Antes de la salida de la carrera, no se podía dar nada por sentado. Había una gran carrera interna y, en total, siete u ocho pilotos capaces de ganar. A mitad de carrera ya solo éramos cuatro y en la última semana se resumió a un duelo con Sébastien, un duelo de alta tensión y a una gran velocidad", ha valorado Peterhansel.
Loeb ha sido el más rápido de la duodécima y última jornada con un tiempo de 28:55 minutos, pero Peterhansel lo escoltó a solo 19 segundos y se ha consagrado campeón.
Peterhansel ha terminado a 5:13 minutos de Loeb. "Quisiera dar las gracias a Peugeot por habernos dado estos coches tan excepcionales y sobre todo por no haber impuesto ninguna orden de equipo, lo cual me parece de juego limpio y muy deportivo, porque todos contábamos con las mismas armas para la batalla".
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"Nos enfrentábamos a un campeón muy rápido, que sabe gestionar las carreras a la cabeza y que no se deja impresionar. Ayer la diferencia la marcó un pinchazo y, probablemente, es lo que sentenció la victoria del Dakar. Mi táctica era obligarlo a correr al máximo de sus capacidades, así se expondría a cometer errores, y eso es lo que pasó. No fue una casualidad", concluyó Peterhansel.