La dura derrota que sufrió el París Saint-Germain ha desatado un seguido de reacciones que han evidenciado el mal momento que, pese al dominio en la Ligue 1, el equipo parisino está sufriendo.
El técnico Tuchel dejó claras tras el partido sus frustraciones con el equipo donde aseguró más de una vez que le faltaban jugadores. A todo esto se le sumó la disputa con el presidente Al-Khelaifi en los túneles del estadio Pierre Mauroy en Lille.
Las imágenes de Canal Plus mostraron como el entrenador alemán agarraba de la bufanda al mandamás del club parisino y le hacía algunos comentarios a raíz de su frustración por no poder convocar a una plantilla al completo de "jugadores fiables".
Según afirmó el diario 'L'equipe': "Después de la gran derrota del PSG en Lille el domingo, la ira de Thomas Tuchel aumentó un poco. En desacuerdo con algunos de sus jefes, el entrenador alemán quiere más poder".
A todo esto se le suman las declaraciones que ofreció tras el debacle en el que fuero arrasados por 5-1 donde aseguró que "carecemos de jugadores confiables. No es posible jugar con doce, trece jugadores".
La principal queja de Thomas Tuchel a Al-Khelaifi es el continuo respaldo que el presidente ofrece al director deportivo, Antero Henrique. Según las informaciones del medio francés, Henrique está negociando las renovaciones de Gianluigi Buffon y de Dani Alves, cosa que el técnico alemán no considera una prioridad.
Esto y la forma en la que Henrique ha manejado la situación contractual de Rabiot hacen que Tuchel quiera más poderes en el club a parte de los que tiene en el terreno de juego.
El alemán habló de sus diferencias con el director deportivo: "Tenemos que reflexionar sobre todo, porque ha ido demasiado lejos. Tenemos que ser honestos el uno con el otro y obtener las verdaderas razones. Extraño a Rabiot y a Lassana Diarra, nadie ha dicho nada de ellos porque hemos estado ganando".
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Habrá que ver como manejará la situación peliaguda por la que está pasando el club parisino su presidente Al-Khelaifi, quien deberá decidir si concederle más poder e influencia a Tuchel o "dejarle sentado en el banquillo".