La marcha de Leo Messi al PSG supuso un duro golpe para la afición azulgrana porque, días atrás, de lo que se hablaba era de su renovación. Lo cierto es que el 10 de agosto se oficializó el traspaso del argentino, que hasta entonces solo había vestido de azulgrana. Firmó por un contrato por una temporada, extensible a una segunda.
El fichaje de Messi por el PSG levantó una gran expectación en la afición parisina que, finalmente, no se ha visto recompensada con resultados. Cuando se esperaba que el equipo de Mauricio Pellegrino fuera protagonista en la Champions League, una vez más, la dejó escapar en un pésimo partido de octavos de final (vuelta) contra el Real Madrid en el Bernabéu (3-1).
Messi acabará su primer año en el PSG con un título, la Ligue 1, que para el equipo del Parque de los Príncipes es casi una rutina: ha ganado ocho de los últimos diez campeonatos. Falló en la Copa (el PSG fue eliminado por el Niza en octavos por penaltis) y en la Champions (también cayó en octavos, contra el Madrid, por un global de 3-2).
Messi todavía no era jugador del equipo galo en la final de la Supercopa de Francia que el PSG perdió el 1 de agosto contra Lille (1-0). Debutó el 29 de agosto contra el Stade de Reims, entrando por Neymar en el minuto 66.
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Desde entonces, Messi ha jugado 33 partidos, con un balance de 20 victorias, 8 empates y 5 derrotas. Ha firmado solo 11 goles, ha dado 13 asistencias y ha defendido la camiseta del PSG a lo largo de 2.782 minutos.