Situación límite para el Olympique de Lyon... ¿Habrá nuevo caso Girondins?

El Olympique de Lyon está inmerso en una precaria situación económica a causa de las deudas acumuladas por el grupo propietario del club: Eagle Football. Los franceses deberán responder sobre su situación delante de los organismos reguladores del país, medida empleada para intentar evitar las graves sanciones a las que podría enfrentarse.

Este viernes está prevista una reunión entre el Lyon y la DNCG (Direction Nationale du Controle de Gestion), que es la entidad financiera de Francia. Los dirigentes del club deberán garantizar el equilibrio de unas cuentas que, a día de hoy, sufren fuertes déficits económicos. El OL acumula una deuda que ronda los 500 millones de euros y debe aportar 100 antes de la finalización de la temporada para no descender a título provisional a Ligue 2, segunda categoría francesa.

La situación deportiva del club no es tan dramática, ya que es quinto en Ligue 1, aunque los problemas extradeportivos de la entidad podrían condenar a la plantilla. Según ha informado el diario L'Équipe, se espera que John Textor, presidente del grupo propietario del Olympique y sucesor de Jean-Michel Aulas, aporte entre 100 y 200 millones de euros para convencer a la DNCG.

Asimismo, Eagle Football Group anunció que inyectará 75 millones de euros antes de acabar diciembre de 2024. Otras de las opciones para conseguir fondos que tiene el grupo propietario son la cesión de sus participaciones en el Crystal Palace (45%) o la venta de activos importantes dentro de la plantilla con un valor de mercado alto. Futbolistas como Rayan Cherki, Mikautadze o Benrahma podrían ser algunos de los perjudicados.

Las otras posibles sanciones

Aparte de la penalización más grave que es la amenaza de descenso a segunda división, el club también se enfrenta a otras posibles sanciones. Algunas de ellas podrían ser la reducción de la masa salarial o la prohibición de fichar futbolistas en el mercado invernal para reforzar el equipo.

Cabe destacar que la DNCG ya descendió al Girondins de Burdeos a la tercera categoría del fútbol francés tras no poder hacer frente a la deuda económica que arrastraba el club.