Victoria más que sufrida del PSG ante un Burdeos que a punto estuvo de dar la sorpresa. Al cuadro parisino se le atragantan partidos que ya tiene ganados. Dejaron vivo al Girondins después de remontar y terminaron pidiendo la hora. Más si cabe con Neymar expulsado por doble amarilla después de un entradón. Se rebotó y lo pagó caro.
Al PSG parece que va perdiendo lucidez a cada encuentro que pasa. Mucha posesión pero para absolutamente nada. Y es que con Verratti y Gueye ahí solos en el centro, poco se puede combinar. Di María intenta meterse por dentro pero lo cierto es que todo se acelera cuando el balón le llega a Neymar, que es el único capaz de superar líneas.
El ‘10’ empezó motivado y suyas fueron las primeras intentonas de un cuadro parisino que tenía que ganar porque sí. Por talento. Pero le costó. Primero porque Hwang adelantó al Girondins en la primera ocasión, y después porque al PSG le cuesta horrores defender cuando la presión tras pérdida no funciona. Tuvo que remar el conjunto de Tuchel pero no tardó en poner las tablas. Di María se la puso con música y el uruguayo que no erró. No suele hacerlo. Se venía la remontada con goleada.
El PSG las tuvo de todos los colores en la primera mitad, con un remate de Cavani al palo incluído, pero fue Marquinhos, con una pizca de suerte, el que puso el 2-1 antes del descanso. Parecía que los parisinos se irían por delante al vestuario pero se produjo la jugada cómica de la jornada. Sergio Rico repelió un esférico suelto, su despeje tocó en Pablo y el balón que se coló en su propia meta. Surrealista.
En la reanudación, el PSG se mantuvo en ese ser o no ser. En ir o no ir a por todas. Mientras, el Girondins hacía daño cada vez que salía con balón controlado y en la estrategia. Rico se reivindicó con un paradón. Fallaron los de Burdeos y anotó Marquinhos en una nueva jugada de estrategia. Con el 3-2, el PSG se gustó y se relajó.
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Más si cabe con el cuarto. Mbappé puso distancias a centro de Cavani pero el Girondins no le perdió la cara al partido y obligó a Sergio Rico a lucirse. Los de Burdeos lo intentaron hasta el final y Pardo puso el 4-3 que instaló los nervios en el Parque de los Príncipes. Tanto que incluso Neymar terminó expulsado. Segunda amarilla en un entradón innecesario después de que le 'cazaran' en la jugada anterior. El PSG terminó llevándose un triunfo más que sufrido.