La principal noticia antes del compromiso ante el Nimes se la llevaba Neymar por su no convocatoria y la confirmación de las negociaciones para su salida. Pero los jugadores del París Saint-Germain se propusieron sobrepasar los focos del brasileño y brindar un bello espectáculo en el debut de la Ligue 1 19/20, venciendo al cuadro rojo en el Parque de los Príncipes por 3-0 gracias a la actuación superlativa de Kyilan Mbappé, Edinson Cavani y Ángel Di María, los tres goleadores de la noche.
Era el compromiso que cerraba la jornada dominical y la expectativa era total para ver qué haría el campeón de las últimas ligas. De entrada, Thomas Tuchel ponía en cancha los viejos conocidos con la incorporación ofensiva del verano: Pablo Sarabia. El aporte del exsevillista con Cavani y Mbappé iba a ser clave para las aspiraciones ofensivas del cuadro capitalino.
De hecho, de sus botas nacieron un par de oportunidades que comenzaban a avisar a los ‘cocodrilos’ del poderío ofensivo que se halla en la nueva temporada en la capital. Pero no iba a ser hasta el 24’ cuando la cuenta se abriera... y casi sin pedirlo.
En un lance normal de juego el colegiado detuvo el compromiso: iba al VAR para revisar una jugada que se dio minutos antes en un córner. Martínez había impactado, en efecto, el balón con la mano en su área. Penalti claro que Cavani transformó el gol: el uruguayo es ya el amo y señor de los penaltis al no tener que peleárselos con Neymar.
No podía ser de otra forma: el París dominó las acciones a partir de allí. Aréola fue casi testimonial y Bernardoni, en cambio, se empleaba a fondo para evitar las caídas de su portería. Tuvo éxito en un mano a mano con Draxler tras la asistencia magistral de Marquinhos con caño incluido, ahogando el grito del alemán.
Pero, para su poca fortuna, no iba a poder asegurar el cerrojo más allá del minuto 56’, ya entrados en la segunda parte. Una internada por izquierda de Juan Bernat fue suficiente para dejar habilitado a Mbappé en el área, y el ‘7’ no perdonó con un trallazo que se clavó en las piolas. Su insistir tuvo recompensa. Los galones que pedía parece que han llegado: ahora es el líder de este proyecto.
Fue allí, con dos arriba, que Tuchel comenzó a dar rodaje al banquillo. Ángel Di María tomó el testigo de Sarabia y se ubicó en la banda derecha, dando un aire distinto al compromiso que fue aprovechado por los parisinos.
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Una jugada que vino desde la izquierda terminó con Mbappé en la medialuna del área y observando al ‘Fideo’ en soledad por la otra banda: balón para él y definición certara para darle cifras de goleada y sentencia al juego. A pesar de la turbulencia de las noticias, Tuchel comienza con pie derecho y espera mantener el nivel.