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El tobillo de Neymar torció la noche al Paris Saint-Germain, ya que poco pudo hacer el Olympique de Marsella contra su histórico contrincante parisino. El brasileño se retiró en camilla y con las manos en la cara a falta de un cuarto de hora para el final del encuentro tras doblarse el tobillo en un lance fortuito con N'Jie. Habrá que ver el alcance de su lesión...
Volviendo al juego, el Marsella poca oposición pudo poner. Aunque plantó cara en la primera mitad, limitando con mérito las avalanchas de las estrellas del PSG, el resultado final es más que clarificador. No hubo color, una vez más, en el gran clásico francés. El corazón marsellés no fue suficiente para parar al elenco de cracks dirigido por Unai Emery.
El primer gol, antes de alcanzar los diez minutos, lo anotó Mbappé, que aprovechó un rechazo que quedó muerto dentro del área para fintar y rematar con pierna izquierda raso a la cepa del primer poste defendido por Pelé. No generó mucho más el conjunto local, pero de nuevo Mbappé se la lió a la defensa y un remate suyo lo acabó metiendo en su propia portería Rolando.
Se reaunudó el juego tras el descanso sin que cambiara el guión. El tercero llegaría tras una jugada individual por banda de Neymar, que tras marear a sus oponentes sacó un centro con pierna izquierda que llegó a los pies de Cavani quien, con maestría, burló a la media vuelta a su defensa y fusiló la portería rival sin piedad.
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Pero lo peor para los parisinos estaba por llegar: silencio en el Parque de los Príncipes al ver como se marchaba Neymar del campo. Además de acercarse la vuelta de octavos contra el Madrid, cita para la que Emery sin duda necesita a Neymar si quiere remontar el resultado adverso de la ida, el 'carioca' seguro que tiene en mente que también es año de Mundial...