Es insaciable. A sus 34 años, Dani Alves mantiene intacta la voracidad competitiva propia de un juvenil. El flamante fichaje del PSG acreditó este sábado que su potencial, lejos de decrecer, le permite mantenerse en la élite de los mejores laterales del planeta. Su actuación en el 'Trophée des champions' -la Supercopa francesa- permitió al cuadro parisino alzar el primer título de la temporada y sacarse la espina de la pasada edición de la Ligue 1 que acabó en manos de los pupilos de Leonardo Jardim.
El cuadro monegasco, precisamente, arrancó como un auténtico ciclón con una presión asfixiante que provocó diversas pérdidas de hombres fiables como Verratti. Lemar avisó al medio minuto de juego y en el 5' se anuló un gol a Mbappé por fuera de juego.
Tardó poco en reaccionar el PSG y lo hizo mediante Alves, el gran protagonista de la noche. Ejerciendo de 'falso extremo', el brasileño puso a prueba a Subasic con un zurdazo mordido que alertó al Mónaco y espoleó a los de Emery, que comenzaron a pisar el área rival, siempre con Cavani como actor protagonista.
Dos zapatazos lejanos de Alves y Pastore precederían al primer revés de la noche para el PSG. A la media hora de juego y en una acción muy vertical, Tielemans filtró un gran pase entre líneas para que Sidibé explotase su velocidad al espacio para plantarse ante Areola. Su toque sutil cargado de sangre fría superó al meta galo e inauguró el marcador.
ETERNO ALVES
El PSG no se encontraba y las imprecisiones de Verratti, soberbio en la segunda mitad, personificaban el desconcierto de un equipo que cambiaría el 'chip' tras la reanudación. Tras volver de los vestuarios y después de una clara ocasión desperdiciada por Falcao, Alves levantó a las gradas en Tánger con una 'folha seca' marca de la casa a balón parado ante la que Subasic solo fue capaz de hacer la estatua (1-1).
El brasileño asumiría sus galones de forma precoz y volvería a avisar a balón parado. Poco después, a menos de media hora para el final, el brasileño aprovechó un pase al espacio de Meunier para ganar la línea de fondo y servir un medido pase a la cabeza de Rabiot que el francés no perdonó.
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El 1-2 dejó muy tocado a un Mónaco completamente desdibujado. Jardim movió ficha y 'sacrificó' a Mbappé a veinte del final. La entrada de Carrillo y Saint-Maximin permitió al cuadro monegasco ir a tumba abierta en el tramo final en el que el propio Carrillo vio como Areola salvaba su empate con una soberbia intervención a la salida de un córner. Falcao marró de cabeza la última opción y la Supercopa se fue para París mientras Alves sumaba su primer 'MVP' como parisino y el 35º título de su carrera. Números de leyenda.