El Mónaco vuelve a las andadas ante el Angers

Un dolor de cabeza. Angers y Mónaco ofrecieron un pobre espectáculo en el Raymond Kopa. Un empate final que dejó mejor sabor de boca a los locales, capaces de cortar su racha de tres decesos seguidos, y un baño de realidad para el equipo monegasco, que aparcó sus dos últimos triunfos y volvió a las andadas.

El Mónaco salió con sus mejores galas, especialmente con ese ataque que tanto promete y que tan poco mete para lo que se le presupone. El reaparecido Slimani, Golovin y Ben Yedder conforman una mesa monegasca cuyo principal problema es ese: que solo tiene tres patas. Cojean los del Principado por la derecha, y ese agujero no compensa la frugalidad de sus tres mejores espadas.

Eso se apreció notablemente en un primer tiempo que fue un aburrir a las ovejas. Los de Leonardo Jardim no se asomaron al área del Angers ni una sola vez con cara y ojos. Nada de nada.

Ya por vergüenza torera, los monegascos dieron un tímido paso al frente tras el descanso. El Raymond Kopa, no obstante, no quedó compungido por la mejoría del equipo del Principado. La entrada de Rubén Aguilar por un desabrido Jemerson, así como las de los catalanes Fábregas y Keita Baldé, apenas hicieron variar el guión.

El frenazo tras dos victorias consecutivas estaba servido. El Angers se cerró a cal y canto, plantó el bus y el Mónaco, ante nueve tíos defendiendo con uñas y dientes, se le obnubilaron las ideas.