El Mónaco sigue sin carburar. La llegada de Nico Kovac este verano no ha alterado todavía el rumbo errático de un equipo que este domingo empató 1-1 en el Louis II ante un Montpellier en inferioridad numérica desde el minuto 19. Los del Principado suman solo tres victorias en las siete primeras jornadas, unos registros que los sitúan a las puertas de Europa.
Fue de más a menos el conjunto monegasco. De entrada, los de Kovac sorprendieron a la defensa de tres centrales del Montpellier con la mobilidad de su trío atacante, formado por Martins, Ben Yedder y Volland. El duelo parecía ponerse cuesta abajo para los intereses monegascos cuando a los 19 minutos Savanir veía la roja directa por clavar los tacos de su bota derecha en el pecho de Florentino.
A los 25 minutos, el colegiado anuló a Ben Yedder un gol por fuera de juego que se antojaba como el preludio de lo que estaba por venir. Sin embargo, al Mónaco se le atragantó un Montpellier de cemento armado. El conjunto que dirige Michel Der Zakarian aguantó el 0-0 con relativa solvencia hasta el descanso. Y tras la reanudación llegó la sorpresa.
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Sidibé, que se quedó a cerrar en un saque de esquina favorable al Mónaco, resvaló ante la presión de un Mavididi que salió disparado hacia el arco de Lacompte. Nada pudo hacer el arquero local para detener su potente remate raso. Kovac no lo podía creer. El técnico reaccionó de inmediato con un triple cambio que llevó a Cesc Fàbregas al verde. Del 4-3-3 inicial se pasó a un 4-4-2 que mejoró al equipo y potenció algo más a Ben Yedder, autor del empate en el 70' desde los once metros. Pese a terminar con 21 remates por los 3 del Montpellier, el Mónaco fue incapaz de deshacer la igualada.