Al Mónaco le encanta sufrir. No puede existir otro motivo. Los de Kovac vencieron en Montpellier donde llegaron a tener una ventaja de tres goles y acabaron pidiendo la hora. Tercera victoria consecutiva para los del Principado en la Ligue 1 que los acerca a la zona puntera de la tabla.
El Mónaco dejó el partido casi finiquitado en una primera parte muy efectiva. Dos tiros a puerta dos goles. El Montpellier mereció mucho más que irse 0-2 al descanso. Laborde y Delort fueron un quebradero de cabeza para los de Kovac en el primer tramo de partido pero no tienen la pólvora de Ben Yedder o un Volland de dulce.
Los del Principado entraron tarde en el partido y les costó llevar el ritmo de éste. Cuando lo lograron, llegaron las alegrías. A la salida de un córner Ben Yedder remató al travesaño en una de esas jugadas que no falla nunca. El rechace le cayó a Volland que de primera batió a Omlin. El que tenía ganas de mojar era un Ben Yedder que no se creía su error.
El delantero francés tuvo hasta un par de ocasiones más para poner el 0-2 pero fue con un remate de cabeza precioso cuando pudo batir la portería de un Montpellier que fue desapareciendo con el paso de los minutos. Parecía muerto cuando Ben Yedder anotó el tercero de penalti ya en la segunda mitad pero resucitaron.
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Primero Elye Wahi y cinco minutos después Delort ponían el 2-3 con 20 minutos todavía por delante. Pudo el Montpellier incluso empatar pero el conjunto de Kovac supo sufrir. Tercera victoria consecutiva de un equipo al alza.