Saltó la sorpresa en el Stade Pierre-Mauroy. El Mónaco dio un paso de gigante en su lucha por evitar el descenso al ganar en el campo del segundo clasificado, el Lille, con un gol de Carlos Vinicius en el minuto 90 de partido. Un triunfo del todo inesperado que puede proveer a los de Leonardo Jardim de un valiosísimo extra de confianza.
No llegaba a la cita el conjunto rojiblanco en una dinámica positiva. Si bien es cierto que encadenaba seis partidos ligueros sin perder, acumulaba cinco choques sin vencer lejos del Principado. Delante, un Lille en racha, especialmente ante su público. Los dogos habían hilado nueve partidos sin perder en Ligue 1, habiendo caído en un único encuentro de los últimos 17 disputados en el norte de Francia.
Pero el fútbol tiene estas cosas. Cuando menos te lo esperas, te sorprende. Pocos preveían que el equipo que menos logra dejar su portería a cero en toda la competición conseguiría secar al delantero emergente de la competición, Pépé. Un hito protagonizado principalmente por Subasic. El arquero tiró de reflejos para desbaratar los disparos de Leao y el propio Pépé.
Y allí donde no llegaba el portero, estaba el poste. Con la madera se topó Bamba en los compases iniciales del duelo. El podería ofensivo del Lille no amedrentó al Mónaco, condicionado por las ausencias de jugadores clave como Fàbregas y Falcao. El peligro llegó en las botas de Gelson Martins, que ha recuperado su mejor versión en el Principado, Rony Lopes y Golovin.
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Sin embargo, no sería hasta el último instante que la contienda se decidiría a favor de los intereses monegascos. Carlos Vinicius pescó en el área un balón mal rechazado por la zaga local, se zafó de un oponente por alto y fusiló a Magnian. El Mónaco sigue creyendo en la salvación.