El Marsella cerró la jornada 32 de la Ligue 1 con un empate a cero en casa frente el Montpellier. Estaba obligado a ganar si no quería ver el Lyon ocupar la tercera plaza que da acceso a Champions y no fue así. Pese al dominio, no transformó sus ocasiones e incluso mandó un balón al palo.
Arrancó el partido en cuarta posición tras la victoria aplastante del Lyon ante el Metz (0-5) y con la obligación por tanto, de sumar los tres puntos si quería seguir en plazas de Champions League. Arrancaron intensos los de Marsella con una buena doble oportunidad de Ocampos y Sanson, bien solucionadas por la defensa del Montpellier. Los visitantes despertaron con el paso de los minutos y el dominio inicial del Marsella se fue diluyendo e incluso se pudo adelantar el Montpellier en alguna de sus acciones ofensivas.
Empezaron mejor los visitantes la segunda mitad, más directos y precisos que los de Marsella pero fue precisamente el equipo de Rudi García en un contraataque quien estuvo a punto de inaugurar el marcador. Sanson, con una clase descomunal bajó un balón del cielo, se la colocó, y su disparo se topó con el palo. Refrescó la punta de ataque el entrenador del Marsella dando entrada a Mitroglou por un Germain que no tocó prácticamente balón en todo el encuentro.
Despertaron los locales con el paso de los minutos y los ataques empezaron a ser constantes para el equipo de casa. Mitroglou perdonó ante Lecomte que sacó una mano estratosférica al chute desde la área pequeña del delantero griego. Mitroglou se convirtió en la pesadilla de los centrales del Montpellier e incluso provocó un penalti muy claro, que no señaló el árbitro pese a las quejas de los jugadores.
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Njie, que sustituyó a Sanson, desperdició la única clara que tuvo el Marsella en los últimos diez minutos. Al final, empate sin goles y el Marsella, que tiene los mismos puntos que el Lyon, cae a la cuarta plaza, fuera de puestos Champions.