El PSG gana pero no convence. El equipo de Thomas Tuchel se impuso al Nimes pero dejó muchas dudas. Los locales, recién ascendidos a la Ligue 1, pusieron contra las cuerdas al campeón francés y tuvieron la oportunidad de conseguir los tres puntos.
Tuchel probó con Marquinhos como mediocentro y el experimento no salió como esperaba. El brasileño ralentizó la circulación de balón de un PSG que se valía de los destellos de Kylian Mbappé para llevar peligro a la portería defendida por Bernardoni.
El equipo parisino sufría para tener el control de partido, hasta que una pared entre un omnipresente Mbappé y Meunier terminó con una gran asistencia del belga para Neymar, que abría el marcador lanzándose al suelo. Apenas unos minutos después, Di Maria sorprendía a la defensa local con un gol olímpico.
El partido parecía sentenciado pero los visitantes volvieron a mostrar mucha apatía en la segunda parte. La banda derecha del Nimes se volvió un vendaval de peligro, con Alakouch y Thioub destrozando a Nsoki. Comenzó entonces un momento de locura para los locales, que consiguieron igualar el marcador con tantos de Bobichon y Savanier, y que pudieron ponerse por delante con un balón que marchó al larguero.
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Cuando más estaba sufriendo el PSG apareció, una vez más, Mbappé. El joven talento le dio el triunfo a su equipo mostrando su calidad con un control exquisito en el tercer gol y participando en el tanto de Cavani, antes de autoexpulsarse con un empujon tras recibir una dura entrada.