Tres puntos siempre son bien recibidos. Aun así, a orillas del Ródano saben que si el miércoles ante la Juventus juegan igual que ayer ante el Metz, les va a caer la del pulpo. Contra un equipo que lucha por no descender, el Lyon se llevó la victoria con un gol en el descuento de cada parte.
Lo más preocupante, sin embargo, fue su incapacidad de imponer su idea de juego. Aunque lo cierto es que desde la llegada de Rudi Garcia al banquillo hará ya más de cuatro meses, el equipo carece de ella.
‘Les gones’ se marcharon al descanso con un gol de ventaja gracias a la actuación del VAR, que señaló un penalti por manos de Udol que el colegiado no había apreciado. La pena máxima fue asumida por Dembélé, que no perdonó. Antes, algún fogonazo aislado de Cornet en ataque y poco más.
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El asueto a duras penas alteró el guión. Anularon un gol a Terrier en el minuto 68 y en el 83 el colegiado mostró la roja directa a Diallo, del Metz, por arrearle un empujón a Marçal sin el balón en juego. En el último suspiro, Aouar anotó el gol definitivo sin la oposición del arquero, que había subido a buscar a la desesperada el empata. Asimismo, de las pocas notas positivas para el OL fue el papel de Bruno Guimaraes en la medular.