El Olympique de Lyon volvió a lucir su mejor versión cuando más lo necesitaba para tomar aire de ara al tramo decisivo de la temporada. Los de Bruno Genesio llevaban tres derrotas consecutivas, dos de ellas en la Ligue 1, que habían comprometido su stiuación en la tabla y su participación en la próxima edición de la Champions League.
Conscientes de ello, los de Lyon arrancaron el partido muy fuertes y rápidamente se avanzaron en el marcador con un uno contra uno de Memphis Depay que el holandés no perdonó ante Butelle. Un situación sencilla que originó una maravilla de pase en profundidad de Aouar que repitió como asistente en el segundo gol del encuentro ya pasada la media hora de juego. Esta vez el destinatario no fue Memphis sino Terrier. La perla del equipo tampoco desperdició el uno contra uno para poner tierra de por medio antes del descanso.
El Lyon no aflojó tras el intermedio y buscó más. No quería que el Anger se metiera de nuevo en el partido con algún susto. Pudieron resolver tanto Depay como Cornet y Aouar para completar un brillante partido pero ninguno de los tres pudo batir a Butelle que se hizo inmenso evitando una goleada por parte de los locales. Incluso a Terrier a quince minutos para el final le anularon el tercer gol.
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De hecho pasó todo lo contario. A un minuto para el final Tousart se marcó en propia y puso emoción a los últimos compases del partido. Sin embargo el marcador ya no se movió. El triunfo permite a los de Genesio tomar una ventaja de seis puntos provisional respecto al Saint-Éttiene, su principal rival por la tercera plaza que todavía tiene que jugar su partido de la jornada. De todas formas, este Lyon no debería tener problemas para estar en Champions.