Ejercer como capitán tiene estas cosas. Y más en el PSG, donde el cúmulo de egos hace que los incendios se multipliquen por cinco en relación a otros equipos más 'compensados'. Es por eso que Thiago Silva, mano derecha de Emery en el vestuario y con suficientes galones como para alzar la voz, habló después del partido de Copa de la Liga ante el Amiens de la situación de Cavani y Pastore, apartados (el uruguayo entrena ya con el equipo) por su acto de indisciplina regresando tarde de las vacaciones navideñas.
Son dos casos distintos, eso sí, tal y como el propio Silva comentó en zona mixta. "Hay que pensar en las consecuencias de nuestros actos antes de hacer nada. Lo que hicieron no está bien. Aún así, Cavani, como amigo mío que es, tiene que volver cuanto antes porque ahora es momento de estar juntos y unidos ante todo lo que tenemos por delante", aseguraba Thiago. "El caso de Javier es distinto. Creo que él le ha dicho a la entidad que quiere marcharse, por lo que su acuerdo con la directiva va por otro lado".
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Además, el capitán reconoció que "me enfadó la situación porque estamos en una fase importante de la temporada y estas cosas no son buenas para el grupo".