Era ante un equipo recién ascendido pero en un estadio que no había visto perder a su equipo en lo que va de temporada y el PSG volvió a mostrar su cara más gris ante el Brest pese a ganar. Sin Mbappé y evidentemente sin Neymar, todavía recuperándose de su lesión, el PSG se acerca más a la versión terrenal pese a su ya larga ventaja en el liderato.
Una primera mitad a medio gas viendo como los locales tampoco se arriesgaban a cometer errores que les pudiesen costar caro. Pocas ocasiones que sin embargo se vieron recompensadas para los parisinos con un uno contra uno de Di María a cinco minutos para el descanso que definió con una vaselina sublime el argentino. Se pone nervioso en estas situaciones.
Sin casi hacer nada, los de Tuchel se encontraban por encima en el marcador y como les suele pasar de costumbre ante equipos de menor entidad, se relajaron. Dos remates de Cavani fueron lo más destacado para intentar ensanchar las diferencias en el marcador. No arregló el partido el PSG y el Brest, en la primera clara que tuvo bacunó.
Grandsir aprovechó el desorden en la defensa de los parisinos en el contragolpe del Brest para batir a un Sergio Rico que algo más pudo hacer en el remate. Keylor se había lesionado en el calentamiento. Un empate a falta de 15 minutos que despertaba a los locales para buscar algo más.
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Pero cuando menos miedo tuvieron los locales fue cuando el PSG remató la faena. Icardi que había ingresado al terreno de juego tras el gol puso de nuevo por delante a los suyos, ya de forma definitiva. El argentino salvó los muebles.