Bienvenidos a la República Independiente de Neymar, donde hace lo que quiere, cuando quiere y sin reparar a quien hiere. Francia lleva ya viendo lo mejor y lo peor de Neymar a lo largo de estos primeros meses de 'relación' entre el exjugador del Barça y el PSG. Luces y sombras, jugadas antológicas y reacciones absurdas e irritantes.
Pero durante el partido de Copa de la Liga que su equopo jugó en Amiens se escribió un capítulo podríamos decir que definitivo en la consideración que el fútbol francés tiene del astro. 'Irritado e irritante', titula el rotativo francés 'L'Equipe' en uno de sus artículos principales. Y es que Neymar anduvo todo el encuentro lanzando miradas provocativas, haciendo florituras y, para colmo, celebró el gol marcándose uno de sus bailecitos con una de sus botas en la cabeza.
"Los árbitros deben encontrar una fórmula para medir las entradas a Neymar"
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En la Liga estábamos ya más que acostumbrados a este tipo de acciones de Neymar, odiado por unos y amado por otros en todos los estadios que visitaba. ¿Cuántas veces le habíamos visto hacer alguna virguería ganando de dos y tres goles y sacando de quicio a los defensas rivales? Pues bien, es lo que sucedió ayer. Todo el estadio enfervorizado y fuera de sí viendo las 'sobradeces' del brasileño mientras el PSG ganaba con solvencia a su equipo. Gestos, aspavientos a los árbitros exigiendo más mano dura con las entradas de los rivales, risas provocativas...Neymar no escatima en protagonismo mientras Francia va descubriendo cada vez con más ahínco la verdadera identidad de su nueva estrella. Irritado él e irritante para rivales y aficiones contrarias. 'C'est Neymar à l'état pur', amigos franceses.