Dani Alves no olvidará jamás el 24 de noviembre de 2018, el día en que volvió a sentirse futbolista después de un verano muy duro a nivel emocional. Después de seis meses alejado de los terrenos de juego por lesión, el lateral brasileño reapareció en el PSG-Toulouse.
Con 1-0 en el marcador, Thomas Tuchel movió el banquillo en el minuto 68 e introdujo al exjugador del FC Barcelona en sustitución de Meunier. El Parque de los Príncipes respondió de forma excepcional, estallando en aplausos y coreando el nombres de un jugador que gozaba de los primeros minutos de la temporada.
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Dani Alves no jugaba un partido de fútbol desde el pasado ocho de mayo, cuando se rompió los ligamiento cruzado de su rodilla derecha. A sus 35 años, esta lesión de larga duración supuso un varapalo durísimo para el brasileño, que se quedó sin disputar el que probablemente hubiera sido su último Mundial.