La ya descafeinada Ligue 1 pierde alicientes, en esta ocasión como medida preventiva ante el riesgo de que se produzcan episodios violentos en las gradas. ‘Le Classique’ se disputará el domingo 27 de octubre en el Parque de los Príncipes sin público del Olympique de Marsella.
Así lo anunciaron ayer las autoridades competentes, amparándose en que el comportamiento de la afición visitante “es susceptible de ocasionar graves problemas para el orden público”.
Una auténtica pena. Una derrota colectiva que debería hacer reflexionar al mundo del fútbol y que salvando las distancias recuerda a las normativas adoptadas en países como Argentina. Sin embargo, no se trata ni mucho menos de una medida inaudita.
El curso pasado, los seguidores del cuadro ‘olympien’ tampoco pudieron acceder al estadio de su eterno rival en el último precedente liguero entre ambos en territorio capitalino, el pasado 17 de marzo.
La historia viene de lejos
Los aficionados del OM todavía pagan por el lamentable comportamiento de un grupo de ultras durante el partido de la Copa de Francia disputado el 28 de febrero de 2018, con 3-0 final para el Paris Saint-Germain. En aquella ocasión, unos 400 hinchas visitantes desplazados al feudo parisino destrozaron docenas de asientos y también hicieron estragos en los baños del estadio, que quedaron arrasados.
Un derbi venido a menos
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Dejando de lado los condicionantes extradeportivos, el clásico del fútbol galo hace tiempo que perdió la emoción de antaño. La principal razón, el incontestable dominio del bando parisino. El Marsella no gana en el Parque de los Príncipes desde el 28 de febrero de 2010 y encadena 19 partidos sin conocer la victoria en un clásico.