Se nota que la Champions está cada vez más cerca. El PSG se enfrenta al Manchester United en la ida de los octavos de final y Tuchel no quiere más sorpresas en forma de lesiones. La alineación ante el Girondins ya era una clara declaración de intenciones. Con un equipo plagado de suplentes, el conjunto parisino hizo los deberes con lo mínimo gracias a un tanto de Cavani de penalti (1-0).
Kimpembe, Thiago Silva, Alves, Verratti y Cavani formaron la columna vertebral de un equipo que tampoco pasó demasiados apuros. La primera mitad fue de dominio local, con mucha posesión y con ocasiones que en otros encuentros quizás hubiesen acabado dentro. La gran diferencia de puntos que tiene el PSG sobre el segundo le permite poder vivir muy relajado en la Ligue 1.
De hecho, con ir a medio gas tiene suficiente. Y así quiso hacerlo. Cavani y Choupo-Moting tuvieron un par de ocasiones más o menos claras hasta que el uruguayo convirtió una pena máxima justo antes del descanso. Gol y lesión puesto que el uruguayo sintió un pinchazo en el muslo y encendió las alarmas.
En la reanudación, Cavani ya no salió al terreno de juego y tuvo que salir Mbappé. El uruguayo difícilmente llegará a jugar ante el Manchester United. El Girondins salió con ganas de intentar rascar algo positivo del partido. Las circunstancias le permitían poder soñar con algo más que perder por la mínima.
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Con el resultado a favor, Tuchel siguió con su ronda de cambios y quitó a Verratti pensando en la Champions. El cuadro de Burdeos, mientras, siguió asomándose a la meta de Buffon pero no tuvo la contundencia necesaria para golpear al rival y el cuadro parisino no sufrió en exceso para sellar el triunfo.