Llegó con el cartel de fichaje más caro de la historia del club pero hasta el momento no había demostrado tal caché. Ante Osasuna llegó la noche. Weissman ya decide para los de Pucela que se llevan tres puntos de oro ante un rival directo como es el de Arrasate. El delantero israelí anotó dos goles en la remontada de un Valladolid que empezó ganando el choque.
El duelo en la parte baja de la tabla no dejó indiferente a nadie. Si alguien esperaba pocos goles, la primera parte lo puso en su sitio. Tres con remontada 'rojilla' incluida. El Valladolid salió mejor que el conjunto de Arrasate y rápidamente se adelantó en el marcador. Un pase de los que solo ve Óscar Plano lo recogió un Weissman que con una maniobra de 'killer', se giró, y la colocó rasa lejos del alcance de Herrera.
El planteamiento de Sergio sin embargo hizo aguas con el paso de los minutos. El gol no sentó nada bien a los pucelanos y despertó a los de Pamplona. Osasuna empezó a ganar terreno y avisó Budimir en un mano a mano que achicó Masip a las mil maravillas. Pero el croata no perdonó a la segunda.
La empanada monumental en defensa del Valladolid costó caro. Joaquín intentó sacar la línea para dejar a Ante en fuera de juego pero no vio que Janko se quedó rezagado. Budimir, solo ante Masip, remató con la cabeza para empatar. El gol todavía golpeó con más fuerza a los vallisoletanos que siguieron cometiendo errores en defensa.
Osasuna aprovechó la indecisión de los locales para darle la vuelta al marcador justo antes del descanso con el gol de Roberto Torres. El Valladolid puede dar las gracias a Masip que sacó el tercero en tiempo de descuento. Podía haber sido peor.
La charla de Sergio al descanso surgió efecto y el Valladolid reactivó su vertiente más ofensiva para empezar a generar ocasiones. Le cayó del cielo el regalo de Herrera que en una mala salida arroyó a Joaquin para provocar el penalti del empate a dos. Orellana la clavó por toda la escuadra engañando al portero 'rojillo'.
El Valladolid aprendió de los errores del primer gol y no cedió el control del choque. Weissman le quitó un remate franco a Óscar Plano para poner el tercero. El grito de lamentación del '10' vallisoletano se escuchó alto y claro. El israelí solucionó su error con el tercer y definitivo gol del partido. Suyo fue el gol de la remontada para apuntarse el doblete. ¿Pedían sus goles? Ahí los tienen.
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Tres puntos que sirven al Valladolid para asomar la cabeza y salir de la zona de descenso. El Osasuna hace el camino inverso y cae en zona roja tras acumular seis jornadas seguidas sin ganar.