Eduardo Berizzo tiene sobrados motivos para enorgullecerse de su plantilla. El técnico argentino, noticia esta semana al darse a conocer el proceso oncológico por el que atraviesa, celebró este domingo la reacción de sus pupilos en el Estadio de la Cerámica para voltear un 2-0 adverso ante el Villarreal en uno de los mejores partidos de la jornada en LaLiga con una vital importancia para la 'zona Champions'.
El primer tramo del encuentro, de hecho, poco podía hacer presagiar el desenlace final. El Villarreal, espoleado por un par de acciones de Roberto Soriano y Fornals, se puso por delante en el minuto 19 gracias a un tanto del enrachado Bakambu, que culminó una gran triangulación iniciada por Bacca con un cambio de juego y prolongada por Fornals con una certera asistencia al segundo palo.
CONTRAS LETALES
Bacca, cerca de la media hora de juego, acarició el segundo con un latigazo con el exterior que se marchó fuera cuando buscaba la escuadra. El Sevilla sufría con la eléctrica contra 'grogueta' y sus peores presagios se confirmaron tras la reanudación, en el minuto 53, cuando el propio Bacca retrató a la zaga hispalense tras disponer de un córner a favor. El colombiano sacó partido de un desplazamiento en largo de Fornals para realizar un gran control orientado y superar a Carole con su velocidad punta. Tras fintar sobre la salida de Rico, el '9' del 'submarino' envió el balón al fondo de las mallas y evitó celebrar la diana ante sus ex.
REACCIÓN DE RAZA
El Sevilla, virtualmente 'knockout' tras el 2-0, quedó a merced de los pupilos de Calleja, que acariciaron la sentencia en las botas de Soriano. Segundos después, sin embargo, Lenglet recortaría distancias al cabecear un centro a balón parado de Banega. El central galo no dudó en dedicar su tanto a Berizzo, quien daría rienda suelta a la euforia apenas un minuto más tarde, cuando Franco Vázquez dejaría también mudo al Estadio de la Cerámica con un zurdazo desde la frontal que sorprendía a Barbosa.
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"Dicen que nunca se rinde" reza uno de los versos más célebres del himno del centenario sevillista y para la parroquia hispalense lo mejor aún estaba por llegar. La remontada en honor a Berizzo aún no era completa pero en el 77' llegaría la gran machada. Un derribo de Víctor Ruiz sobre Mercado en el interior del área provocó la expulsión del central por doble amarilla y brindó una oportunidad de oro a Banega. El argentino, especialista consumado desde los once metros, convirtió la pena máxima y puso el 2-3 definitivo. El asedio final 'groguet', con acrobática chilena de Bakambu incluida, no tuvo premio y el Sevilla sumó los tres puntos en su semana más difícil.