Vive en un sinvivir el Sevilla, que no acaba de sellar el boleto para la próxima edición de la Champions y si Betis y Real Sociedad ganan esta semana podrían convertir a los hispalenses en un manojo de nervios. Un golazo de falta de Lucas Pérez neutralizó el tanto inicial de En-Nesyri en el Sánchez Pizjuán, donde la afición terminó pitando a su equipo.
Recalcó Sergio González en la previa la importancia de que su equipo saliera concentrado para que no ocurriera lo que pasó ante el Athletic en la última jornada, pero no aprendieron la lección sus jugadores, que antes de los diez minutos encajaron gol en un saque de esquina botado por Rakitic que cabeceó En-Nesyri al fondo de las mallas.
Fue un jarro de agua fría en toda regla, de los que calan los huesos, pero aun así los cadistas supieron sobreponerse para complicarle la vida a un Sevilla conformista al que salvó Bono con una parada de época a disparo de Lucas Pérez. En el otro lado, Ledesma evitó el segundo nervionense del Papu Gómez.
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La vuelta de vestuarios nos deparó un partido de idas y venidas en las que nadie supo sacar partido. Hasta que Lucas Pérez se sacó de la chistera un zurdazo a la escuadra descomunal en una falta. Después puso más el Sevilla, pero se topó con una pared.