Rubén García acerca a Osasuna a Europa y deja muy tocado al Cádiz

Victoria por la mínima de Osasuna (0-1) en el estadio del Cádiz que complica mucho la vida al equipo dirigido por Sergio González.

Había muchos ojos puestos en el encuentro de la Jornada 31 disputado en el Nuevo Mirandilla entre el Cádiz y Osasuna, dos equipos con objetivos muy diferentes en la cabeza: La salvación y Europa.

Durante el calentamiento, cayó lesionado uno de los puntales de los pamploneses, como es el Chimy Ávila, al que vimos con cara de preocupación no solo ante la posibilidad de perderse el tramo final de Liga, sino también ante la proximidad de la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid, el cual se disputará en diez días. El croata Ante Budimir ocupó su puesto en el once.

Los primeros minutos transcurrieron con mucha intensidad. Pronto llegó una ocasión clara de gol, lo hizo tras un centro desde banda derecha que a punto estuvo de rematar en primera instancia Chris Ramos con un remate acrobático, la segunda jugada llegó a Rubén Sobrino, que se plantó delante de Aitor y remató contra el cuerpo de un valiente guardameta que achicó para evitar el primer tanto del encuentro.

La réplica de Osasuna llegó con una internada de Manu Sánchez dentro del área, pero su pase atrás no encontró rematador.

Sobre el tapete encontrábamos dos propuestas muy distintas. La de Yagoba Arrasate parecía ir más enfocada a tratar con delicadeza el esférico para construir ocasiones basándonos en la posesión del balón, mientras que la de Sergio González se basaba en un juego más vertical, juntando varios pases con el objetivo de buscar la espalda de la defensa visitante.

A la media hora, llegó una mala noticia para el Cádiz. Víctor Chust, que estaba siendo clave en la elaboración, tuvo que abandonar el terreno de juego por lesión en detrimento de Momo, quien apenas no tuvo tiempo de calentar.

Los amarillos trataron de sorprender con una jugada de saque de banda, la cual acabó con un gran pase filtrado por parte de Alcaraz para Roger disparó buscando la escuadra, pero no encontró portería por escasos centímetros.

A partir de entonces, Osasuna se hizo con las ocasiones. La primera llegó en forma de falta lateral, rematada por Unai García, que vio como Conan detenía en dos tiempos.

El recién entrado Momo se mostró imperial a la hora de cortar un contragolpe que conducía Budimir con un robo de balón en el momento en que los rodillos iban a plantar con superioridad en el área rival.

La penúltima del primer tiempo para los rojillos llegó desde la banda izquierda, con un centro de Iker Benito para Pablo Ibáñez, que no pudo concretar el cabezazo por poco.

Más adelante, Momo perdió el balón en salida desde atrás ante la buena presión de Budimir y le pudo haber costado el gol, pero el disparo se marchó desviado

Justo antes del descanso, Cris Ramos intentó un nuevo remate en escorzo cerca del área pequeña que tampoco encontró los tres palos tras el córner servido por el Cádiz. .

Nada más comenzar la segunda mitad, llegó un nuevo infortunio para los gaditanos, que perdieron a Roger Martí por una nueva lesión. Sergi Guardiola ocupó su lugar.

El delantero balear necesitó poco tiempo para crear peligro con un buen desmarque, pero había caído en fuera de juego.

Conan Ledesma se convirtió en héroe por partida doble al sacar de la línea de gol un remate de Pablo Ibáñez y abortar un uno contra uno ante Iker Benito con una salida providencial.

Aun así, el guardameta no pudo hacer nada ante trallazo lejano de Rubén García, quien perforaría red tras un gran balón a la espalda de la defensa local, al que llegaría Manu Sánchez para aviar (y de qué manera) la jugada.

El 0-1 puso contra las cuerdas al Cádiz, que se lanzó al ataque con todo. Guardiola se lanzó a rematar un centro raso desde banda derecha, pero se quedó a las puertas, Aitor rechazó a córner un centro envenenado de Iván Alejo, que había entrado para revolucionar el encuentro. El mismo extremo trató de imitar el zurdazo de Rubén García, pero su disparo no tomó la misma dirección.

El encuentro todavía se encendió más con la expulsión de Abde a falta de cinco minutos para el final por una patada sin balón de por medio.

El Cádiz encerró al Osasuna, que defendió su portería con uñas y dientes. Negredo tuvo la más clara con un remate de cabeza ajustado al palo.

A punto estuvo de sentenciar Moncayola en un contraataque, pero Ledesma volvió a dar vida a su equipo deteniendo otro mano a mano.

La última ocasión del encuentro fue para el propio guardameta, que remató un córner repelido por Aridane que, de haber entrado, habría convertido a Ledesma en icono para la ciudad de Cádiz.

La derrota deja en la cuerda floja al conjunto gaditano, que deberá impedir al Valencia llevarse los tres puntos el fin de semana si no quiere quedarse con el farolillo rojo.

La otra cara de la moneda es para el conjunto rojillo, que presiona a todos sus rivales directos en la lucha para meterse en Europa con tres puntos más que trabajados.