La Real Sociedad dio un paso al frente en sus aspiraciones europeas y mandó, matemáticamente, al Granada a Segunda, sumándose al descenso de Osasuna, tras una matinal en la que el conjunto andaluz, obligado a ganar para mantener una mínima esperanza, acabó derrotado por 2-1.
Sentenciado pero orgulloso, el Granada ofreció todo lo que pudo en Anoeta. Controló con sorpresa toda la primera mitad y aunque no llevó peligro a la portería de Rulli mantuvo a Ochoa como un simple espectador... Hasta que la primera internada con intención de Oyarzabal le derrumbó.
Se cumplía el minuto 45 cuando se despistó la defensa de Adams y permitió tanto el centro cómodo y raso de Oyarzabal como el remate a bocajarro de Carlos Vela para colocar ese 1-0 tan importante para la Real como definitivo para el Granada.
Sin rendirse a la evidencia, el equipo andaluz redobló su esfuerzo en la segunda mitad y llevó el partido a una ida y vuelta de la que sacó premio a los 65 minutos Adrián Ramos con el empate, lo que provocó tanto el desespero de Eusebio como el despertar de sus hombres, conscientes de la trascendencia del triunfo.
Fue solo a partir de ahí, en el último tercio del choque, cuando pudo verse a la verdadera Real Sociedad de la temporada. Así, combinando con ambición y paciencia, el equipo vasco fue acurrucando al rival hasta que en el minuto 84 Juanmi, sustituto del ausente Willian José, aprovechó la excelente asistencia de Canales para colocar el 2-1.
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Ya no le dio tiempo para más al Granada, que quiso pero no pudo ni aspirar a un empate que, de hecho, tampoco le habría servido para evitar el descenso.