La Real Sociedad se acuesta líder de Primera Division gracias a su contundente triunfo sobre un Villarreal que no tiene la buena pinta de otros años. Literalmente, el equipo txuri urdin abusó de un rival que no puede justificar en las bajas la penosa imagen que ayer ofreció en Anoeta, en especial en el primer tiempo.
Desde el primer minuto ya se vio que la Real expuso más intensidad, más velocidad y mayor ambición que su oponente, que apenas apareció en ataque pese a la presencia de dos puntas, Bakambu y Bacca.
Antes del descanso, Willian José, Xabi Prieto, en su partido 500 con la camiseta de la Real y Juanmi desnudaron las vergüenzas de la defensa amarilla –Semedo salió retratado en los tres goles– pero el marcador pudo ser mucho más vergonzoso si Andrés Fernández, antes de lesionarse, no hubiese protagonizado algún que otro milagro ante los atacantes de la escuadra donostiarra.
Con la victoria asegurada, la Real pisó el freno y permitió respirar al Villarreal pero fueron Carlos Vela y Oyarzabal quienes más cerca estuvieron cerca de marcar en una recta final de partido en el que Aguirretxe volvió a jugar en Anoeta más de un año después mientras su compañero Raúl Navas se retiraba en camilla lesionado.
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La lesión del guardameta Andrés Fernández en la jugada del tercer gol y la de Rukavina en el calentamiento sólo vinieron a confirmar que la suerte ha dado la espalda en este inicio de temporada al Villarreal, que en la primera jornada ya cayó derrotado de penalti en el último minuto.