El Eibar no levanta cabeza. El inicio de temporada de los de Mendilibar es para echarse las manos a la cabeza y preocuparse. Su punto inicial sumado ante el Celta ha venido acompañado de tres derrotas consecutivas que lo dejan en la cola de la tabla acompañando al Alavés. Esta vez cayeron, por segunda jornada consecutiva en Ipurua, ante un Elche que estrena su casillero de puntos con su primer triunfo desde que regresaron a Primera División.
Cinco años, cuatro meses y 27 días después, el conjunto franjiverde reencontró la victoria en la máxima categoría. El gol de Lucas Boyé tocando el final del primer tiempo bastó para que los ilicitanos se llevaran el triunfo. Eso sí, muy sufrido. El VAR entró para otorgar una pena máxima para los de Mendilibar nada más empezar el segundo tiempo pero Expósito lo falló.
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Pese al dominio de los armeros, el empate no llegaba y el Elche esperaba su turno al contragolpe. Algun avisó dio pero nada del otro mundo. El orden de los ilicitanos atrás desesperaba a un Eibar falto de ideas en la punta de ataque. El gol no llegó y el Elche estrena casillero. Tres puntos contra un rival directo porque el Eibar, si sigue así, tiene la permanencia como su objetivo. Y no será fácil.