Quedan pocas horas para cerrar el mercado y el Valencia se encuentra en plena vorágine de ventas y fichajes para perfilar una plantilla que le permita encontrar la estabilidad necesaria y enderezar el rumbo deportivo.
El club tiene un mínimo de nueve carpetas abiertas que deben completar un verano especialmente movido en el que ya ha habido ocho salidas (André Gomes, Barragán, Fuego, Piatti, Feghouli, Negredo, Cherysev y Barbosa) y cuatro entradas (Nani, Medrán, Montoya y Mario Suárez).
Pese a cualquier club ya daría el verano por concluido con tanto traspaso, el Valencia se encuentra a las puertas del gran momento porque en cartera tiene a Ezequiel Garay (Zenit), Munir (Barcelona), Sidnei (Deportivo), Marcos Rojo (United) y Schar (Hoffenheim). Todas estas entradas deben producirse al unísono que las salidas, algunas de las cuales ya se dan por cerradas como la de Mustafi al Arsenal (40 millones de euros) o la de Paco Alcácer al Barcelona (30 millones) -que ya ha pasado revisión médica con el club azulgrana- y todavía resta por esclarecer el futuro de Abdennour y Aderlan Santos, que también están en la puerta de salida.
No se tratan de carpetas sin importancia porque la salida de estos jugadores puede acabar reportando al club hasta 100 millones de euros más, que habrá que sumar a los 40 que ya se han ingresado. Por ejemplo, solo el Barcelona le habrá dado unos 65 millones entre André Gomes y Alcácer.
NOTICIAS RELACIONADAS
Empezar con dos derrotas en la Liga no ha hecho más que agudizar la crisis que hay en el seno de la entidad donde el presidente y Mendes van por un lado y el secretario técnico y el entrenador por el otro. Está claro que la figura más débil de todos ellos es la del técnico, que será el primer en saltar si no se endereza el rumbo.