Respiro para Las Palmas y Paco Jémez. El equipo canario volvió a la senda de la victoria precisamente ante un Valencia que le había humillado recientemente en la Copa del Rey pero que mostró su cara más fea. La roja a Gabriel y el consiguiente penalti transformado por Calleri impulsaron a los amarillos ante un Valencia que acabó jugando con nueve.
Los que esperaban que el equipo de Paco Jémez echase el cerrojo, al menos en los primeros compases, pronto entendieron que estaban equivocados. Santi Mina, a los cinco minutos de partido y en un córner, se elevó por encima de Lemos y cabeceó a la red el 0-1. Todo hacía indicar, ya desde el inicio, que el Valencia pondría tierra de por medio muy pronto ante los problemas defensivos de los canarios. Máxime, cuando el propio Mina se presentó minutos después ante Chichizola y se la elevó con maestría para marcar de nuevo, pero su vaselina acabó pegando en el palo. Sin embargo, esta vez sí reaccionó Las Palmas y en una buena jugada trenzada Calleri se la dejó con el pecho a un Jonathan Viera que, llegando desde atrás, la empaló al fondo de las mallas.
Las dificultades para replegarse y defender no desaparecieron, y con el paso de los minutos Las Palmas empezó a sufrir para taponar las múltiples intentonas valencianistas. Con todo, siempre aparecía una pierna o una mano del meta palmero para evitar el 1-2.
GABRIEL "SE BORRA"
En la reanudación Las Palmas sí salió más enchufado, con Calleri dando un par de avisos en el área. Fruto de esa mayor insistencia, llegó una de las jugadas clave del partido. El árbitro le pitó un penalti por unas rigurosas manos a Gabriel, que enloqueció por segundos, se encaró sin mesura con el árbitro y este le sacó dos amarillas seguidas y le expulsó. Calleri no desaprovechó la ocasión y transformó la pena máxima para completar la remontada de los suyos.
Los de Paco Jémez habían dado un claro paso adelante en la segunda mitad. Después del 2-1, Rubén Vezo le sacó el tercero a Tana en un remate a bocajarro ante Neto.
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Con las tornas cambiadas, Las Palmas encontraba los espacios con facilidad y amenazaba constantemente el área de Neto pero siempre acababa desaprovechando sus ataques en superioridad numérica. Calleri malogró varios remates muy claros, pero las dudas apenas aparecieron en un equipo que acabó jugando con nueve jugadores tras la expulsión de Vezo. El Valencia, lejos de darlo por perdido, sacó el carácter y Zaza disfrutó de una buena opción en el añadido que envió fuera.