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Osasuna dicta sentencia desde los once metros

El cuadro rojillo suma su segunda victoria consecutiva tras imponerse ante el Cádiz (2-0)

La expulsión de Alarcón dilapidó las opciones del cuadro gaditano

Dos penaltis, uno que transformó Chimy Ávila y otro Kike García, le bastaron a Osasuna para sumar los 6 puntos en este arranque de LaLiga Santander / | LaLiga
Alberto Teruel

Los once metros dictaron sentencia. El Cádiz saltó sin tapujos sobre el césped de El Sadar, y llegó a merecer más que sus rivales en algunos tramos del partido. Sin embargo, Osasuna terminó llevándose el gato al agua gracias a dos goles desde el punto de penalti. Arranque inmejorable para los de Arrasate, que suman 6 puntos de 6 posibles.

La primera gran ocasión llevó la firma 'rojilla'. Cuando mejor estaba jugando el Cádiz, Budimir se revolvió en el área contraria para asistir a Moi Gómez. El nuevo fichaje de Osasuna tenía la caña preparada, pero el envío tocó en la defensa gaditana. El rechace pudo envenenarse, pero Ledesma hizo gala de sus reflejos para enviar el balón a córner.

Fue el propio Budimir, hombre más activo en ataque de los locales, el que más se esforzó para que el primer gol subiese al marcador. El ariete serbio siguió desgastando a la defensa rival hasta que logró plantarse ante Ledesma, que terminó arrollando al delantero. El encargado de convertir la pena máxima fue el 'Chimy' Ávila, que también marcó ante el Sevilla en la jornada inaugural.

El 'Chimy' Ávila celebra el primer tanto del partido ante el Cádiz

| EFE

Sergio González se llevó las manos a la cabeza en el arranque del segundo acto. El Cádiz dispuso de una ocasión manifiesta para igualar la contienda en las botas de Lucas Pérez, al que le cayó sobre los pies el rechace de la ocasión previo de Diarra. El delantero gallego tenía la portería vacía a escasos centímetros, pero su intento se perdió por la línea de fondo.

Dejando de lado este error inexplicable, el conjunto gaditano mostró una clara mejoría respecto a la primera parte. Aguantó estoicamente las acometidas de Osasuna y generó estragos al contragolpe. Lozano dispuso de una gran ocasión a falta de 15 minutos para el final, pero se le hizo de noche y fue interceptado por Rubén Peña.

 

El Cádiz se veía con opciones de lograr el empate, pero la expulsión de Alarcón por doble amarilla supuso un jarro de agua fría. Osasuna olió la sangre al gozar de superioridad numérica y, en cuestión de un minuto, Kike consiguió forzar un penalti que él mismo se encargó de materializar.