Balsámico triunfo para Osasuna de Pamplona, muy superior a un Celta de Vigo que decepcionó en El Sadar. Los locales se impusieron a un rival que quizá pagó el esfuerzo derrochado ante el Barça, muy poco tiempo de recuperación, con dos goles de Roncaglia, estupendo trallazo, y Jonathan Calleri.
Osasuna y Celta comenzaron con mucho ritmo. Hasta seis novedades en el once rojillo respecto al que perdió ante el Levante en el último compromiso, en busca Jagoba Arrasate de la reacción.
Así, a los dos minutos un córner ya metió miedo a la defensa celeste, con despeje apurado casi en la línea y chupinazo final de Íñigo Pérez que se perdía alto por muy poco. Fuerte salida de los pamplonicas, muy dinámicos.
Tras este acoso inicial de Osasuna, poco a poco el Celta de Òscar García fue tocando mejor en la medular, con un primer aviso para Nolito al cuarto de hora en una mala salida de Sergio Herrera, pero al final el arquero de los navarros se adueñó del esférico.
El partido se movía en la alternancia cuando, a los 23 minutos, Facundo Roncaglia recibía cerca de la frontal y se sacaba un zapatazo letal, directo a la escuadra, imposible para Villar. El gol, el golazo, del ex que no lo quiso celebrar.
La diana galvanizó el juego de los de Jagoba Arrasate, mientras el Celta trataba de reaccionar pero le costaba mucho llegar ante Sergio Herrera. Osasuna atacaba más por la izquierda, y hasta la media hora no hizo aparición Iago Aspas, con un centro chut peligroso que sacó el cancerbero osasunista.
Aidoo
De salida, en la reanudación el Celta siguió dando un curso de impotencia. Querían pero no podían los celestes, mientras Lucas Torró probaba desviado a los dos minutos, y poco después el error lamentable en la salida de balón viguesa acababa en disparo del experico Calleri al lateral de la red.
Hasta el minuto 56 no avisaron los de Òscar García, en un intento de Nolito que atajaba con seguridad Herrera. Se alocaba el encuentro, con chupinazo de Calleri y el paradón de Iván Villar, con respuesta peligrosa en una contra llevada por Aspas con centro final de Olaza que acababa en las manos del meta local.
Pero el Celta no carburaba y estaba más cerca el dos a cero que el empate. Calleri lo tenía en un testarazo que se marchaba alto a los 72 minutos, pero el delantero encontraría su premio poco después, cuando metíó la cabeza para desviar a las mallas un defectuoso chut de Roncaglia con la zurda. Dos a cero, y casi la sentencia.
El partido entró tranquilo en la recta final, ya que Osasuna administraba bien el crono y el Celta, agotado por el esfuerzo ante el Barça, daba por hecha la derrota. Agitó algo el panorama Miguel Rodríguez, joven debutante de 17 años en los olívicos.
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Trató de recortar el conjunto de Òscar pero los intentos otomanos de Emre Mor y Okay se perdían por encima del travesaño navarro. Pero no hubo tiempo para más y tres puntos de oro ingresan con justicia en el casillero osasunista.