El más que correcto arranque de temporada del Elche se entiende principalmente gracias a su solidez defensiva -y a la aportación de Lucas Boyé arriba-. A pesar de perder en Vallecas, el conjunto ilicitano viene mostrándose rocoso y compacto en este primer tramo de campeonato, algo a lo que contribuye de forma mayúscula Omar Mascarell. El ex del Schalke 04 acumula ya tres partidos consecutivos disputando los 90 minutos y se ha convertido en un fijo para Fran Escribá gracias a su encomiable labor en la medular.
Desde el primer momento, Mascarell demostró que podía proporcionar un salto de calidad en el centro del campo del Elche, pero cada jornada ha ido a más. Así se siente en su influencia en la construcción y -sobre todo- en todo lo que tiene que ver con el trabajo sin balón: duelos aéreos ganados, intercepciones, recuperaciones y entradas. Pero además, Omar está destacando también con el cuero: con una media de 36 pases por partido ya está en el top-5 de jugadores del Elche con más entregas, lo cual ilustra su peso en la salida de balón, pocos errores y mucha seguridad.
Los números le proyectan como uno de los mejores mediocentros de LaLiga en balones recuperados, intercepciones y distancia recorrida. Es fundamental por su capacidad para cubrir largas distancias tras pérdida, pero también es capaz de aportar piernas para asomarse al área rival. Ha mejorado al Elche por rango de pase y profundidad, cuestión en la que también va a más.
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Este fin de semana, frente al Espanyol, Omar tratará de seguir ayudando a su equipo. En esta ocasión deberá frenar la segunda línea del conjunto catalán y también las apariciones de Raúl de Tomás en la zona de tres cuartos a la espalda precisamente de los centrocampistas del Elche. En la comparativa con los pivotes del Espanyol, Omar está mejor que David López o el lesionado Keidi Baré.