Un comentario de Mario Suárez a través de las redes sociales ha echado más leña a la crisis insitucional y deportiva en que está instalado el Valencia.
La polémica se ha desatado a raiz de una respuesta del centrocampista a un amigo suyo a través de su cuenta de Instagram.
Mario Suárez jugó en El Sadar de improvisado central y tuvo algún error de bulto que le dejó retratado, como en el 1-1 anotado por Oriol Riera.
El futbolista recibió ayer varios mensajes de apoyo de aficionados y amigos por las críticas recibidas. Y su respuesta a uno de estos mensajes dio pie a interpretar que el vestuario del Valencia es un polvorín.
"Si tengo que volver a jugar ahí porque otro no quiere, aunque no haya jugado nunca, jugaré", fue la respuesta de Mario Suárez.
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Con Abdennour en la Copa de África y Garay fuera de la convocatoria por lesión, el dardo parece dirigido al brasileño Aderlan Santos, que estuvo en el banquillo.