Ha tardado. Ha costado. Pero el Mallorca logró su primer triunfo a domicilio en la que era una final para el conjunto balear. Ipurua se fue decepcionada con su equipo que se mete de lleno en la guerra por la permanencia. El recital de Kubo, goleador una vez más para los 'bermellones', fue clave para cosechar unos tres puntos vitales que les permite asomar la cabeza.
Los de Vicente Moreno anularon por completo el juego de bandas de un Eibar que se desesperó. Las marcas fijas sobre Charles y Sergi Enrich evitaban cualquier tipo de remate peligroso dentro del área haciendo ineficacez los constantes centros laterales. Si además de buen trabajo defensivo te encuentras con la fortuna del gol, Ipurua se hundía.
A tres minutos del descanso, Dani Rodríguez se inventó un centro-chut de un libre directo escorado para que botara en la pequeña y entrara sin que Dmitrovic pudiera hacer nada. Era un duro golpe psicológico de un Mallorca superior.
No cambió el guión en el segundo tiempo con un Kubo colosal. Fue precisamente el japonés el autor del tanto que parecía sentenciar el choque. De nuevo con algo de fortuna porque el disparo desde la frontal del jugador cedido por el Real Madrid toca ligeramente en la bota del defensor. Mérito enorme en la recuperación para un Pozo que fue el asistente para Takefusa.
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El Eibar solo pudo recortar ya en tiempo de descuento con un cabezazo de Bigas que llegó demasiado tarde. El Eibar se mete en un buen lío con la derrota mientras que el Mallorca se agarra a Primera. La lucha por no descender cada vez está más apretada.