Por orgullo y carácter no será. El Levante venció a la Real Sociedad en Orriols y se aferra a sus posibilidades de permanencia. Los de Alessio Lisci aguantaron hasta el final y, gracias a Melero, consiguieron llevarse un vital triunfo.
Sobrevivieron granotas y donostiarras al peligro ofensivo destilaron en la primera mitad. Mientras Morales, por partida doble, se echaba las manos a la cabeza ante Remiro, Isak hacía lo propio tras toparse con un seguro Cárdenas y con el larguero.
El dominio, en cuanto a balón, lo ostentaba la Real Sociedad aunque el Levante no le perdía la cara al ritmo del encuentro, sobre todo cuando arrancaban Dani Gómez y Morales.
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La igualada la rompió Miramón al inicio de la reanudación. En el toma y daca, Silva logró poner las tablas con un sutil cabezazo. Y ahí empezó el acto de fe del Levante. No desfallecerían los valencianos, que asediaron el marco de Remiro hasta que Rico cometió penalti sobre Roger y Melero -de sangre helada- lo transformó para que a los levantinistas no se les olvide que sí que pueden.