Qué importante es saber sobreponerse a un gol. Puede ser decisivo, y eso el Levante lo sabe. Cuando peor estaba, remontó el tanto incial de Inui gracias al gol y asistencia del salvador, una vez más, Morales.
El fútbol brilló por su ausencia en la primera mitad. Apenas hubo acciones destacadas entre dos equipos con miedo al error y arriesgando más bien poco. Una tiro de Inui fue la ocasión más destacada. Ni Aitor ni Dmitrovic tuvieron trabajo, pues no se disparó a puerta en 45 minutos. Mendilíbar echa -y mucho- de menos a Bryan Gil, que habría aportado el desborde y descaro necesarios en un escenario como el que se veía en el Ciutat de València.
Mejoró la cosa tras el receso (aunque no era difícil) y no tardó en llegar el primer gol del encuentro. El Eibar estiró su línea de presión y forzó un error garrafal al Levante en salida de balón. Inui no falló y abrió la lata. Los armeros dieron por terminada la fase de tanteo y empezaban a mostrarse con confianza. Más cuando el VAR anuló el gol del empate de Radoja por fuera de juego de Dani Gómez.
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Viendo el panorama, a Paco López no le quedó otra que mover ficha. Y vaya si acertó. Melero, recién ingresado al verde, convirtió en oro un envío de Morales. Vuelta a empezar. Y en esa igualdad, terminaron reinando los granotas. Poco importó su escasa producción ofensiva, pues en un contraataque de manual De Frutos le regaló el tanto al 'Comandante'. Gol y asistencia del capitán para sellar el triunfo para un Levante que respira tranquilo.