La revolución de los más modestos. Aquí nadie se rinde y todos quieren sacar la cabeza del pozo, como mínimo para dar un toque a los que están asentado en plazas fuera del descenso. El Huesca realizó el mejor partido de la temporada para arrasar a un Valladolid que ha perdido esa chispa que le acompañó en las primeras jornadas de la temporada. Los oscenses, sumaron su tercera victoria de la temporada para colocarse a ocho puntos de la salvación con un partido más, pero conscientes que incorporaciones como la de Gallego aportan un plus a los azulgrana.
El Valladolid avisó primero y de qué manera. Rubén Alcaraz tuvo el 0-1 en el minuto 2 aprovechando un centro lateral con un testarazo dentro del área pequeña que rechazó Santamaría con una gran parada. Se lamentó el jugador del Valladolid porque era un gol que cambiaba el devenir del encuentro. El Huesca sin embargo no se arrugó pese al susto inicial y contestó inmediatamente. Masip, tal y como hizo su compañero en la otra portería salvó el gol de los locales con una reacción muy buena al remate del Cucho. Dos ocasiones clarísimas en los cinco minutos iniciales.
El ritmo de los compases iniciales del partido era muy elevado. Poco juego, pero muchas ocasiones. Entre tantas cayó el primero. Gallego demostró que su fichaje es un acierto en toda regla. El delantero interceptó un pase horizontal de la defensa del Valladolid para plantarse ante Masip, definir entre las piernas del portero y anotar el primer gol con la camiseta del Huesca. Goleador nato.
Estuvo a punto de empatar el Valladolid tras un error del portero de los locales que no blocó bien el centro desde la derecha y se la cedió en bandeja a Plano que no se esperaba un remate tan sencillo y el balón se marchó fuera. El Valladolid mejoró y frenó las embestidas de un Huesca que el resultado ya le iba de cara.
El Valladolid salió con la intención de remontar y se le esfumó esa esperanza en apenas cinco minutos. Jorge Pulido, tras un saque de esquina, peinó el balón que se convirtió en una vaselina imparable para Masip. El 2-0 destaba la locura de Francisco Rodriguez que 4 minutos después observó como Moi Gómez recogió un infortunio en la defensa del Valladolid para poner el 3-0 en el marcador. En diez minutos de la segunda mitad el Huesca dejaba practicamente el partido finiquitado.
El Huesca a partir del tercer gol, jugó con la ventaja y no la acabó de gestionar del todo bien. Cuantas menos cosas pasaran en la última media hora de partido mejor. Y esa no fue la tónica del partido. Intentos ineficaces del conjunto de Sergio hasta que acabó marcando Óscar Plano. Todo quedó en un susto porque el VAR anuló el gol.
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Dos minutos después cayó el cuarto. Ávila que había ingresado en el terreno de juego en el 77', marcó en el mismo minuto en el primer balón que tocó. La afición despidió a su equipo a gritos de "Sí se puede". El Huesca todavía está lejos, pero no se quiere descolgar.