Triunfo balsámico del Granada en El Sadar ante Osauna (0-3). La conexión venezolana entre Darwin y Yangel Herrera hicieron un destrozo del equipo de Arrasate que vio como los 'vinotinto' se exhibian para llevar en volandas a los nazaríes en el feudo rojillo. Cinco meses después, el Granada ganó lejos del Nuevo los Cármenes. No lo hacía desde la jornada 4.
Los de Diego Martínez firmaron una de sus mejores primeras partes de la temporada, sino la mejor. Jugó a su antojo y se comió a un Osasuna que no sabía ni por donde llegaban los goles con una fragilidad defensiva poco habitual con Aridane señalado. El central, que había estado pletórico durante toda la temporada, cometió un par de errores que acabaron por condenar a los rojillos ya desde bien temprano.
De hecho, desde el minuto 4. Lo que tardó Darwin Machís en poner el primero, bailando al central canario dejó habilitada la zurda del venezolano que se la coló a Herrera por su propio palo con un misil. Demasiado pronto para ir a remolque aunque Osasuna no reaccionó mal al gol en contra. Incluso empataron pero el gol de Enric Gallego fue anulado por fuera de juego.
A partir de ahí, recital de Yangel Herrera. La conexión venezolana con Darwin funcionó a la perfección con un pase en profundidad que dejó solo al atacante nazarí que con otro latigazo con la zurda ponía tierra de por medio. Faltaba la guinda al primer tiempo con otra genialidad de Yangel en forma de pase a Foulquier para que el carrilero pusiera el tercero. El Sadar enmudecía ante tal exhibición.
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No mostró señales de reacción el conjunto de Arrasate en la segunda mitad que no arañó ni en una sola ocasión la portería de un Rui Silva que fue un mero espectador del triunfo de los suyos. 36 puntos que acercan al Granada a Europa aunque el objetivo sea una utopía entre tanto pez gordo. Aunque precisamente la capacidad de pelear con los grandes es lo que ha demostrado el conjunto de Diego Martínez. No los descartemos.