A muchos deportistas se les acusa de no 'mojarse' en asuntos políticos. Otros, sin embargo, lo destrozan todo. Sin pelos en la lengua. Utilizan las redes sociales para expresar su opinión sobre lo que sucede en la sociedad. La crisis médica, económica y social provocada por el coronavirus es caldo de cultivo de críticas, en algunos casos chabacanas y destructivas. Como la protagoniazada por García Calvo. El exfutbolista se despachó a gusto con Pablo Iglesias, vicepresidente del Gobierno y líder de Podemos.
El central, forjado en la cantera del Real Madrid, no comulga con el político de izquierdas y aprovechó unas declaraciones suyas para tacharlo de "pedazo de mierda (sic)" y "escoria". Un lenguaje subido de tono, impropio de un personaje público y que se asemeja más al de los numerosos 'trolls' que inundan ese 'vale todo' llamado redes sociales. El insulto, sin duda, no es la solución a estos momentos de angustia.
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No es la primera vez que Pablo Iglesias y el Gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez reciben 'caricias' de algunos deportistas. Pepe Reina también es un asiduo en sacarles los colores a los actuales mandatarios. "Es una vergüenza. Están haciendo el ridículo día tras día. Increíble", decía el madrileño y actual portero del Aston Villa.