El Celta no pudo pasar del empate en casa ante el Cádiz pese a jugar con un hombre más durante una hora de partido (1-1). La rigurosa expulsión de Chust frustró a un Cádiz que se había adelantado en el marcador gracias a Chris Ramos y que se encomendó a David Gil para puntuar con todo en contra.
El partido empezó con mucho ritmo e intensidad y en los primeros minutos ya quedó claro que era una final. Muy prontollegaron las primeras ocasiones por parte de ambos equipos pero fue el Cádiz el que consiguió abrir la lata y golpear primero. Un centro lejano de Iván Alejo encontró a Chris Ramos en el área, que de cabeza hizo el primer tanto del partido para sorpresa de Balaídos.
El conjunto celeste no se vino abajo y respondió rápido con ocasiones de Jorgen Stand Larsen y Aspas, que no estuvieron acertados. Pero todo cambió cuando el colegiado decidió expulsar a Chust por un ligero agarrón sobre Aspas. Una tarjeta roja muy rigurosa que el VAR no corrigió y que Sergio González no se podía creer.
Con la superioridad numérica del conjunto celeste, David Gil se vistió de héroe. Antes del descanso ya salvó varias claras y en el inicio de la segunda mitad, más de lo mismo. El Cádiz aguantó hasta que un centro de Manu Sánchez terminó con Larsen rematando en el segundo palo y poniendo el empate en el marcador.
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Con media hora por delante, el Celta se volcó mientras el cuadro de Sergio González se defendía con uñas y dientes. David Gil, el mejor del partido, siguió haciéndose enorme y aguó la fiesta con paradas de todos los colores a la parroquia celeste.