ÚLTIMA HORA

Barça

Real Madrid

Fútbol

Motor

+Deportes

Sport TV

Actualidad

FDJ

Cristiano Ronaldo, ridículo y prepotente

Cristiano Ronaldo fue objeto de una entrada de tarjeta roja, pero sus declaraciones le traicionan y alimentan su mala fama por falta de humildad

A. Alcázar

Cristiano Ronaldo no pasará a la historia por su humildad. Muy al contrario, sigue alimentando su fama de chulo y prepotente. En Zagreb, ciudad, público y campo que el futbolista visitaba por primera vez, fue tratado desde la grada igual que en todos los terrenos de juego. La afición local le dedicó pitos e insultos, a la vez que le gritaban “Messi, Messi,...” para recordarle que el argentino es mejor futbolista que él. Esto y recibir un plantillazo del croata Leko, que mereció la expulsión ante la permisividad arbitral, desquició al jugador portugués.

Cristiano Ronaldo volvió a equivocarse al final del partido al denunciar la acción del rival con una frase desafortunada que le sitúa en el centro de la polémica. Si un compañero dice que algunas personas tienen envidia a Cristiano porque es el más guapo, tiene mucho dinero y es un grandísimo futbolista se entendería por salir en defensa de un compañero. Pero esa frase pronunciada en primera persona suena a lo que es, a prepotencia. “Esto es una vergüenza”, dijo el portugués mostrando el tobillo ensangrentado, que posteriormente recibió tres puntos. “Yo creo que por ser guapo, rico y un gran jugador, las personas me tienen envidia”.

`MESSIDRITIS¿

Y para justificar la violencia del rival de turno volvió a mostrar la `messidritis¿ que tiene: “Antes de los partidos los árbitros dicen que van a proteger a los jugadores con más habilidad, pero cuando juego no me protegen nada. A algunos... fantástico, no les pueden tocar, y a mí me tienen que dar un palo... No entiendo, no entiendo...”.

Lo triste para Cristiano Ronaldo es que es guapo (según una encuesta de `Marca¿), rico y un gran futbolista, pero su carácter desafiante le aleja de ese reclamado y justo proteccionismo que merecen todos los futbolistas y no solo los buenos y los muy buenos. Lo que parece claro es que la obsesión se ha instalado en el vestuario del Real Madrid hacia la figura de Messi. Así lo descubrió Karanka después del partido: “Hay que medir a todos con el mismo rasero, hay que proteger a todos los jugadores. No hay que decir que hay proteger a unos, mientras que a otros les hacen lo que les hacen, y no pasa nada”. Una alusión directa al presidente de la UEFA Michel Platini, quien reconoció que a Messi se le protegía en exceso y lo justificaba alegando que así debía ser hacia los grandes futbolistas. En el Madrid molestó que el presidente de UEFA justificara ese exceso de proteccionismo, por esa obsesión que hay hacia él.

Cristiano Ronaldo tiene un serio problema con el entorno por su forma de ser. Incluso cuando coincidió con Mourinho en el fútbol inglés, su actual entrenador le criticó, junto a otros futbolistas, por `piscinero¿: “Serían mejores si se dedicaran a jugar. Eso sí, engañando se han convertido en los jugadores a los que más penaltis a favor les han pitado en los últimos cinco años. La simulación y la mentira atentan contra el principio del fútbol”.

Ronaldo le contestó: “Todo el mundo sabe cómo es Mourinho.

 

Siempre tiene que decir algo para llamar la atención. Cuando se equivoca nunca lo reconoce”. Y `Mou¿ replicó: “El chico hizo unas declaraciones que no demostraron ni madurez ni respeto. Quizá se deba a la infancia difícil que tuvo, a su poca educación”. Una falta de educación que se palpa en los campos cuando se pone la mano en el oído o alienta al público a que le silbe más.