El Betis se impuso con comodidad a Osasuna en un partido que se decidió en apenas veinte miunutos, con los goles de Rafa Navarro y Rubén Castro. Sin nada que hacer por arriba y sin nada que temer por abajo, el equipo verdiblanco aprovechó dos de los numerosos regalos que le dio la defensa rojilla para sumar un triunfo que le permitirá acabar la temporada sin sobresaltos.
Todo lo contrario que Osasuna, que ha completado una vuelta entera sin ganar y que lleva semanas resignado al descenso. A falta de 30 puntos por disputar lleva una desventaja de 14 con la permanencia y paga con creces ser el equipo más goleado de las cinco grandes ligas europeas, con 67 tantos encajados.
Ya desde el minuto 2, cuando Sirigu evitó que Clerc le hiciera el gol tonto de la jornada con un despeje hacia su propia portería, se vio que éste tampoco sería un buen día para el equipo de Petar Vassiljevic. Sólo dos minutos después encajó el primer gol y, aunque Kodro (14') respondió con un zapatazo que se estrelló en el larguero, nunca creyó en sus posibilidades, sobre todo después de la sentencia de Rubén Castro.
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Pudo encajar más goles antes del descanso pero el Betis dejó de morder en un segundo tiempo en el que el cuadro navarro al menos tuvo la intención de acortar distancias pero entre la mala suerte y su peor puntería, no lo consiguió. Roberto Torres (55'), Sergio León (67') y Causic (74') lo tuvieron en sus botas pero fueron incapaces de meter miedo a un Betis que simplemente se dedicó a dejar pasar el tiempo.