El presidente del Celta de Vigo, Carlos Mouriño, pidió perdón a los abonados y aficionados del club afectados por el cierre de la grada de Río, y anunció que el club reembolsará el dinero de las entradas vendidas y compensará a sus socios a pesar de que el cierre del graderío le es "ajeno".
"Empiezo pidiendo perdón por algo de lo que somos totalmente ajenos, pero que os causa un grave problema monetario y deportivo. En el aspecto económico, sin que el motivo que lo origina sea de la responsabilidad del Real Club Celta, esta institución se hace cargo de la devolución proporcional de todos los carnés de los abonados o de las entradas vendidas", afirmó.
En un discurso difundido por los medios oficiales del club, señaló que "la no asistencia al partido os representa a vosotros un gran sacrificio personal y al club un gravísimo perjuicio colectivo que se notará también en el campo ante la falta de cánticos y gritos de aliento de la grada más numerosa".
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"Os pedimos al resto de gradas más esfuerzo y aliento para suplir a los que por desgracia no pueden estar. Estamos instrumentando una estrategia para agilizar al máximo las devoluciones y el próximo martes en rueda de prensa, abierta, comunicaremos las formas de reembolso y los importes", concluyó.