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El Cádiz resiste para amarrar la primera victoria del curso

El Pacha Espino y el Choco Lozano abrieron el marcador en la primera mitad del encuentro

El Celta ejerció un auténtico asedio en la segunda mitad, pero el premio se resistió a llegar

Cristina Moreno

Con goles del 'Choco' Lozano y el 'Pacha' Espino y achicando aguas en la segunda mitad, el Cádiz firmó la primera victoria de la temporada. En Balaídos, ante un Celta necesitado en el que se empiezan a encender todas las alarmas. Triunfo que sirvió a los andaluces para tomar distancia con el descenso y resarcirse de la dolorosa derrota de la jornada anterior ante la Real Sociedad.

No fue hasta el tramo final de la primera mitad que se animó el partido. Sabía el Cádiz que su arma iba a ser el balón parado y quedó patente en la jugada del primer gol. Alarcón sirvió una falta lejana y algo escorada, a priori no demasiado peligrosa, pero el ángulo que imprimió al balón acabó envenenándose y cayendo en la cabeza de un Choco Lozano que peinó a un ángulo imposible para el meta celeste.

Golpe de efecto que aprovechó el Cádiz para ampliar la ventaja. Poco después, de nuevo con el hondureño como protagonista cuando intentaba marcharse al robar un balón. Contundente Fontán derribó en el área al ‘Choco’ provocando el penalti. Salvi falló desde los siete metros pero un atento Pacha Espino aprovechó el rebote para hacer subir el segundo al marcador.

Avanzó filas el conjunto de Coudet en la segunda mitad, atacando hasta con cinco efectivos, llegando con mucho peligro y así, paso a paso superó la defensa cadista. Jugada trabajada del Celta. Sacó el puño Ledesma para frenar la primera envestida, un remate de cabeza de Aspas, pero en la segunda, Santi Mina no falló con un zurdazo desde fuera del área.

Fijados en el objetivo, los celestes no aflojaron el ritmo, llegando una y otra vez a los dominios de Ledesma. Necesitaba Cervera frenar ese asedio y optó por un triple cambio que calmara las aguas. Uno de ellos Fali que se llevó una intensa pitada de la afición viguesa.

 

La poca pegada exhibida por los vigueses en el inicio liguero quedó diluida en este encuentro, con un Santi Mina dispuesto a rematar todo lo que le llegaba y con Nolito y Aspas lanzados en ataque. El propio gallego y Murillo tuvieron en sus botas el empate en un largo añadido pero el Cádiz supo resistir y amarrar el marcador.