El centrocampista, fichado este verano por la UD Las Palmas, desvela en 'El País' sus vivencias y los problemas que tuvo en el pasado al llegar al estrellato del fútbol siendo muy joven: “La fama y el dinero no se gestionan. De repente llegan, y tienes que aprender. Y yo tuve que aprender, porque no tenía nadie al lado que me enseñara a hacer las cosas”, explica. “Tiré mucho dinero, y luego aprendí que había que ahorrarlo, porque el fútbol no es para toda la vida. Es complicado gestionar eso con 20 años. Llegué a Londres (Tottenham), cada mes me entraba dinero y gastaba y gastaba y gastaba. Estaba solo”, añade.
"La fama y el dinero no se gestionan. De repente llegan, y tienes que aprender; yo no tenía a nadie al lado que me enseñara"
Boateng reconoce que derrochó una auténtica fortuna en coches, ropa y discotecas: “Gastaba dinero en tonterías que me hacían feliz durante un par de horas, luego el efecto terminaba. Me mandaron a la grada, obviamente, dejé de jugar. Estuve un año así. Un día me desperté después de un fiestón que había montado, me miré al espejo y dije: ya, se acabó, esto no es lo que quieres, has luchado para llegar hasta aquí y no lo vas a tirar todo. Ya. Me dije que tenía que empezar a portarme como un profesional, comer bien y centrarme en el fútbol”. Desde ese momento, asegura, todo cambió, y ahora ha "vuelto a descubrir el amor por el fútbol, el que tenía al principio", después de haber llegado a plantearse incluso la retirada.