El Betis sonríe en la batalla de Vallecas

Victoria sufrida del Betis en Vallecas. Los verdiblancos mostraron un gran nivel ofensivo ante un Rayo Vallecano respondón (1-2) y con mucha garra que a buen seguro se acordará toda la semana del tanto que el VAR anuló a Isi Palazón por un fuera de juego previo. la jugada del de Cieza la habría firmado el mismísimo Leo Messi. Pese a ello, los de Pellegrini pudieron matar el encuentro, pero se toparon hasta en dos ocasiones con el larguero.

Una mala salida de Dimitrievski tras un saque de esquina botado por Fekir acabó significando el primero del Betis después de dar el balón accidentalmente en la cabeza de Balliu.

Los locales reaccionaron con ahínco en un duelo que era un auténtico toma y daca con opciones para los dos equipos, y Camello fue el más listo en un nuevo error de, esta vez, el meta bético, Rui Silva. Un disparo de Lejuene fue mal despejado por el arquero y Camello estuvo atento para colocar el empate en el marcador.

Seguían los dos equipos inquietando a su rival y los porteros con mucho trabajo hasta que una gran jugada de Luiz Henrique, en modo 'carnavalero' durante todo el duelo, acabó con el tanto del brasileño al disparar cruzado lejos del alcance de Dimitrievski.

Los franjirrojos dieron un paso al frente tras el paso por vestuarios, aunque el Betis no renunciaba al tercero y gozó de buenas ocasiones, como un balón al larguero de Canales; el cántabro, sin guardameta, no acertó con la portería rival en un bosque de piernas.

Por su parte, el RayoVallecano fue a tumba abierta a por el empate y lo logró mediante Isi, que se sacó de la manga una jugada maradoniana, pero el VAR anuló el tanto por fuera de juego previo. La respuesta verdiblanca, un nuevo larguero, esta vez de Rodri.

Los de Iraola se volcaron sobre la meta rival en los minutos finales, mientras que el Betis se defendía como gato panza arriba y trataba de matar el encuentro a la contra. Los locales acabaron con Camello, RDT, Falcao y Andrés Martín sobre el césped, pero ni así pudieron lograr un empate que hubiera sido más que merecido.