El terremoto que habría vivido Sevilla de haber perdido este partido habría sido tremendo. Y eso el Betis lo sabía antes de empezar y también cuando Braithwaite abrió la lata. Pero qué importante es no fallar en los momentos clave. Loren y Fekir dieron la vuelta a un partido que empezó espeso pero que tuvo un final frenético. El Leganés se queda en el farolillo rojo.
El guión del partido era previsible. El Leganés salió al césped con las ideas muy claras. Defensa de cinco, esperar agazapados atrás y buscar a los elétricos En-Nesyri y Braithwaite para que se busquen la vida, cediéndole el control del esférico al Betis. Y vistas las circunstancias con las que llegaba el conjunto dirigido por Rubi al partido, el juego helvético tampoco sorprendió. Lento e impreciso, se abonaron a la magia de un Fekir que fue el mejor de los suyos en el primer tiempo y desactivó la intensa presión inicial de los pepineros.
Le faltó meterle una marcha más a su posesión, aunque en el tramo final se les vio un poco más enchufados y gozaron de dos claras ocasiones para mover el marcador y quitarse una losa tremenda de encima. Joaquín mandó un balón al palo tras un libre directo, y escasos minutos después, el cabezazo de Mandi a la salida de un córner corrió la misma suerte.
Pero tras el receso, el partido enloqueció. Braithwaite aprovechaba un mal rechace de Joel Robles para abrir la lata e inquietar a un Benito Villamarín que estaba a punto de estallar. Pero Loren no dejó que la afición se impacientara. Cuatro minutos después volvió a aparecer para confirmar que es un delantero de muchísimo nivel. Puso la bota en el área pequeña y empezó la remontada. 3 goles en 3 partidos.
Y cuando los 'jugones' del Betis se encuentran, hay peligro. Y lo hicieron. Pase de Joaquín a Canales y el cántabro mandó el balón al corazón del área. Allí estaba Fekir para culminar un partido ilusionante y darle la vuelta al marcador. Allí le cambió la cara a un Betis que fue amo y señor absoluto del encuentro. Se estaba gustando. Salió al campo Borja Iglesias e incluso Emerson se atrevió con una chilena desde la frontal del área que casi se convierte en el gol del año.
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Puso toda la carne en el asador Pellegrino y los verdiblancos terminaron pidiendo la hora. El choque terminó loco y totalmente roto. Borja Iglesias hizo un tiro espectacular que rebotó en el palo. Y Arnaiz y Braitwhaite casi la lían empatando en el descuento. El Betis se quedó los tres puntos y respira tranquilo antes del parón dejando al Leganés en serios problemas.